sábado, 6 de agosto de 2016

ACERCA DEL AMOR COMO SENTIMIENTO Y COMO ELECCIÓN DELIBERADA


Jesús nos dijo «ama a tu prójimo». Luego, para poner las cosas aún más difíciles, Jesús insistía en
«ama a tu enemigo ¿Amar a Adolph Hitler?  ¿Amar a un asesino en serie? ¿Cómo se podía pedir a
la gente que se fabricara una emoción como la del amor?

Asociamos generalmente  amor o amar, con un sentimiento o una  emoción: amo mi casa (me gusta mi casa); amo a mi perro ( quiero a mi perro) ; amo tomar (me encanta beber). Generalmente, sólo asociamos el amor con emociones agradables.

Hay en el diccionario varias  definiciones y  son las siguientes:
Uno, fuerte sentimiento de afecto
Dos, apego cariñoso
Tres, atracción fundada en impulsos sexuales
Cuatro, Voluntad

La definición del amor  es bastante restringida y casi siempre implica emociones agradables.
Gran parte del Nuevo Testamento fue escrito originalmente en griego y  los griegos tenían distintas palabras para describir el fenómeno del amor.
1-Eros, de la cual deriva la palabra «erótico», y significa el sentimiento fundado en la atracción sexual.
2-Storgé, que es el afecto, especialmente el que se siente hacia los miembros de la familia.
3-Filía, o el amor fraternal, recíproco: ese amor condicional del tipo: «si tú me tratas bien yo te trato bien”
4-Agápe y su correspondiente verbo agapáo para describir un amor de tipo incondicional, fundado en el comportamiento con los demás, independientemente de sus méritos. Es el amor de la elección deliberada.

Cuando Jesús habla de amor en el Nuevo Testamento, la palabra que aparece es agápe, el amor del comportamiento, la voluntad  y la elección, no el amor de la emoción.

 Jesús no quiso decir que tengamos que pretender que la mala gente no es mala gente si realmente lo es, ni que tengamos que sentirnos bien con gente que actúa de forma despreciable. Lo que está diciéndonos es que tenemos que comportarnos bien con ellos.
Hay momentos en que no nos gustamos  mucho con mi mujer. Pero, a pesar de ello, ahí seguimos amándonos con  actos y  compromiso.

No siempre puedo controlar mis sentimientos hacia los demás, pero lo que sí puedo controlar, con voluntad,  mi comportamiento hacia los demás.

 Puede que mi prójimo no sea especialmente agradable y puede que a mí no me guste mucho, pero aun así, puedo ser paciente, honrado y respetuoso con él, aunque él no se porte bien.

El Nuevo Testamento nos da una definición del amor como agápe
 El amor es paciente, es afable, no es jactancioso ni engreído, no es grosero, no busca lo suyo, no lleva cuentas del mal, no se regocija con la injusticia, sino con la verdad, todo lo sufre, todo lo soporta. El amor no falla nunca.

El amor es: paciencia, afabilidad, humildad, respeto, generosidad, indulgencia, honradez y compromiso  ( no hay ningún sentimiento sino todas emociones vinculadas a la voluntad).



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