EL
MIEDO
CÓMO
NACE Y CÓMO SE TRASCIENDE
Un
día el Miedo llamó a la puerta. Abrió el Amor, y fuera ya no había nadie.
El miedo es una emoción con
la que todos los seres humanos hemos aprendido a vivir, aunque no pertenece a nuestra escencia.
Nuestro
verdadero Ser no sabe lo que es el miedo porque el Ser
es Amor, y donde hay Amor no puede haber miedo. Sin embargo, el miedo está
presente en la vida de
muchas personas como algo limitador. Nace
de la angustia y tiñe todo de
inseguridad y sufrimiento.
¿Es limitante el miedo? Sí, es
paralizante y bloquea e impide avanzar. ¿a qué le tengo tanto miedo? A no ser capaz, a
no poder hacer una
buen examen, a no encontrar
trabajo, a que cuando lo encuentre no me guste, a no hacerlo bien, al ridículo,
a la crítica, al rechazo, al sufrimiento físico y emocional, a no cumplir con
las expectativas de los otros y con las mías propias.
Quiero superar este sentimiento
, trascenderlo, y a la vez tengo miedo de no poder hacerlo.
Siento al miedo como un gran
bloqueo interno que me genera sentimientos de inseguridad e incapacidad. Pero
también sé que no son reales.
Y si no son reales, ¿de
dónde vienen?, ¿cómo nacieron?, ¿por qué existen?, ¿qué los alimenta?
Buscar respuesta a estas
preguntas, investigar qué se sabe acerca del miedo, es el primer paso para
poder afrontarlo.
“El amor
ahuyenta el miedo y, recíprocamente el miedo ahuyenta al amor. Y no sólo al
amor el miedo expulsa; también a la inteligencia, la
bondad,
todo pensamiento de belleza y verdad ” Aldous Huxley
DEFINICIÓN
El miedo es clínicamente una perturbación , una construcción del cerebro
que nace de la angustia debido a un riesgo o daño real o
imaginario. Es también una aprensión a que suceda algo contrario a lo que deseo.
El
miedo es una emoción provocada por la percepción de un peligro, real o
supuesto, presente, futuro o incluso pasado que deriva del rechazo natural al riesgo o la amenaza.
Desde lo biológico, es un mecanismo de defensa,
que usamos para responder ante
situaciones adversas con rapidez y eficacia. En ese sentido, es normal y
beneficioso para el individuo y es un producto emocional del cerebro. El
mecanismo que desata el miedo es la angustia y se encuentra, tanto en personas como en
animales ( el animal sabe que es alimento de otro).
Hay
entonces muchos ‘grados’ de miedos que conforman una gama de emociones que van
desde una leve sensación de alerta y
precaución, pasando por la
incomodidad, la resistencia y el respeto, hasta llegar al terror y a miedos
irracionales. Esos miedos irracionales
que construimos , crecen
como fantasmas en nuestra mente limitándonos y condicionándonos.
Llegamos a este mundo
vibrando con el Amor, sin miedos. Los miedos los vamos aprendiendo y los
primeros en transmitirlos son nuestros
padres ya que son los primeros
seres con los que nos relacionamos. No son concientes que nos están enseñando a
tener miedo, lo hacen así
porque es lo que han
aprendido. Y al enseñarnos a tener miedo no nos están enseñando
a amar. Aunque parece que lo que hacen lo hacen
por amor, en realidad es por
todos los miedos que ellos también tienen.
El más grande de esos miedo es el de la pérdida del
ser querido, lo que lleva a querer proteger y cuidar del hijo para que nada le
suceda.
Ideas muy repetidas como
“tené cuidado” “no hagas esto que podría sucederte aquello” más que proteger
van creando sensaciones de
inseguridad y peligro en
nuestro subconsciente, que deriva luego en miedos irracionales.
¿CÓMO SUPERAR EL MIEDO?
Con la toma de conciencia y
la acción. Primero hay que darse cuenta que se tiene miedo y aceptarlo. Luego
actuar.
“Si
tienes miedo, hazlo igualmente” Susan Jeffers
“El miedo es un dragón que tiene en la
espalda un escudo blindado impenetrable. Al miedo se lo vence de frente, con acción”.
Cuando aparece el miedo no
nos deja actuar, nos paraliza. El iniciar una acción, aunque no sea la mejor,
ni la más efectiva, el miedo tiende a
desaparecer. El miedo se
vence actuando y no hay otro camino. Cuando finalmente nos decidimos a actuar,
puede ser que nos
asustemos ante la idea de lo
que vamos a hacer, pero ya no vamos a tener miedo.
Es imprescindible tomar una
decisión para salirse del miedo. Si se logra transformar la indecisión, la
parálisis, la ansiedad y la angustia en
una decisión, esta decisión
nos elevará hasta la acción y el miedo habrá
naufragado en el entusiasmo de hacer lo que
decidí hacer.
“Haciendo
lo que tememos, disolvemos nuestro temor” Emerson
EL
MIEDO MARCA EL RUMBO
Si tenemos la mente lo
suficientemente abierta para escuchar y aprender, el miedo enseña. Si me da miedo cambiar de trabajo, seguramente
haya llegado el momento de
empezar a buscar otro. Si me da miedo hablar con mi pareja, mi jefe o mi hijo,
es una señal infalible de que
tengo que hacerlo. Si me da
miedo alejarme de mi familia y mis amigos, vivir en otro lugar, empezar una
nueva vida, es que con certeza
tengo que hacerlo. Cuando
cruzamos la “cortina de humo” del miedo, al otro lado está la libertad. Cada
vez que hago algo que previamente
temía, después me siento más
seguro. Puedo equivocarme seguramente, las cosas tal vez no salgan como tení a
previsto, pero seguir el
camino del miedo me da la
oportunidad de superarme, de aprender y de creer.
DESAPRENDIENDO
EL MIEDO
Los miedos (y también otras
emociones que van de la mano, como la baja autoestima y el apego) son
construcciones mentales que hacemos
a partir de lo que hemos
aprendido, por lo tanto podemos desaprenderlos y re-programar nuestra mente a
través de un proceso que requiere
todo nuestro
compromiso.
“Los
miedos sólo son pensamientos y los pensamientos se pueden cambiar” Louise L.
Hay
Es un proceso que comienza con un awareness: “darse cuenta” y una firme decisión de querer
enfrentarnos a esas sombras para
iluminarlas, iluminarlas con
amor (el enemigo del miedo) .
La reprogramación de
nuestros modelos mentales se logra a través de un trabajo interior que nos lleve al despertar de
la consciencia. En
este camino es muy
importante mantener una atención constante, observar y observarnos, para
entender y conocer las maniobras de nuestro
ego, ser humildes,
aceptarnos tal como somos y ser compasivos con nosotros mismos, sin negar
ninguno de nuestros aspectos ni buscar la
perfección. La toma de
conciencia, responsabilizarnos de nuestras acciones y dejar de victimizarnos es lo que nos permite empezar a dejar
atrás todos los miedos
arrastrados desde la infancia, que distorsionan nuestra forma de ver la
realidad. De lo que se trata es de
entrenar a la
mente para crear una mente
feliz.
¿EL
MIEDO EXISTE?
El miedo no existe como algo físico. En todo
caso, es una vibración. Todo en el universo es energía vibrando de distinta
forma. El Amor es la energía más pura, más rápida, más alta. Mientras que el
miedo es una vibración densa y lenta. El
miedo engaña, confunde, infringe, resiste, desiste... y encima : no existe. Donde
hay amor no puede haber miedo, y donde hay miedo no hay Amor.
AUTOESTIMA,
APEGO Y AUTOEXIGENCIA
La autoestima es esa
percepción que cada uno tiene de
sí mismo que está determinada por un conjunto de pensamientos, evaluaciones,
sentimientos y creencias
acerca de qué y quiénes somos y del lugar que ocupamos en el mundo. Esta forma
de vernos a nosotros mismos
determina la manera de estar
y actuar en el mundo y la forma en que nos relacionamos con los demás. Es el valor que nos atribuimos y el
respeto que sentimos por nosotros
mismos. Las personas con mayor nivel de autoestima tienen mayor capacidad,
incluso para el amor. Por
el contrario las personas
con bajo nivel de autoestima, no prestan atención a las necesidades personales
y con frecuencia se humillan.
La falta de amor hacia uno
mismo y la no aceptación de uno mismo es lo que genera una baja autoestima y
con ella sentimientos de
inferioridad, inseguridad y
miedo. Una autoestima sana, en cambio,
brinda bienestar y felicidad, hace que nos sintamos más seguros de
nosotros mismos y por tanto
que afrontemos la vida de una forma más positiva.
El miedo esta directamente
relacionado con una baja autoestima. Ambos son productos de la ausencia de
amor, y ambos son aprendidos. No
nacemos con miedos ni con
sentimientos de inferioridad ni con falta de amor hacia nosotros mismos, sino
que los vamos incorporando a
nuestra personalidad a
partir de modelos mentales y creencias que nos son transmitidas, muchas veces
con la mejor intención. Creamos
nuestra realidad y nuestra
percepción de nosotros mismos a partir de esas creencias.
Una baja autoestima genera
inevitablemente una gran cantidad de miedos que limitan y a la vez siguen alimentando esa
baja autoestima.
Se tiene miedo, por ejemplo,
a no ser capaz, al rechazo, al ridículo, a no ser aceptados, a expresar los
gustos u opiniones, al fracaso, en fin,
miedos y miedos que frenan e
impiden hacer aquello que se quiere hacer. Pero es precisamente el atreverse el
que hará desaparecer el
miedo y recuperar la
autoestima.
Todos representamos
diferentes personajes en el día a día, pero generalmente confundimos esos
personajes con lo que verdaderamente
somos. Cuando estoy pendiente
de la aprobación de ese “público
imaginario”, cuando intento “cumplir con mi papel” y me olvido de vivir mi
vida, cuando me alejo de mis
deseos y lo que realmente quiero, amo y soy... Cuando vivo mi vida desde lo que
verdaderamente Soy y dejo a
un lado a mi personaje y a
mi público imaginario, el miedo sencillamente se diluye, no existe. Y vivo
desde la conciencia, la seguridad y el
amor. –
EL
MIEDO ES LO QUE NO ES
Me da miedo perder el
trabajo, cuando tengo un trabajo. Que me abandone mi pareja, cuando vivo en
pareja. Arruinarme, cuando tengo
dinero. Enfermar, cuando
estoy sano. Morir, cuando estoy vivo.
El miedo es la fantasía
anticipatoria de algo que no es real en mi momento actual. Cuando esas
situaciones se hacen reales y pierdo el
trabajo, me quedo solo, sin
dinero o enfermo; ya no siento miedo, tendré otras emociones, pero no miedo.
Naturalmente, cuando esté
realmente muerto, creo que
no habrá tiempo para sentir miedo. ¿Por qué perder el momento presente por algo
que no es?”
Entonces, una forma muy
efectiva de superar los miedos es trabajar nuestra autoestima y aprender a
amarnos a nosotros mismos.
El Amor es la fuerza de
sanación más poderosa que existe. Amarnos significa sentir un gran respeto por
nosotros mismos y quienes somos.
MIEDO Y APEGO
El apego es una forma de relacionarnos con el
mundo, con las personas, con las cosas y con las ideas. Es un proceso mental y
por lo tanto ,
aprendido , que lucha contra
la natural transitoriedad de todas las cosas. Tenemos una predisposición aprendida
a apegarnos a todas las
cosas, no solo a cosas
materiales como puede ser un objeto querido, una casa, una joya, un coche, sino
también a relaciones, a personas y a
sentimientos; nos apegamos
al trabajo, a una pareja, a un amigo, a los padres, al éxito, al poder, al
dinero, a las sensaciones y emociones
que producen ciertas cosas.
Ese apego lleva al miedo a perder y al sufrimiento. Sabemos que todo cambia
constantemente, pero aún así la
pérdida o el cambio nos
produce miedo.
Vivir con apegos nos hace dependientes
y prisioneros del exterior porque identifica la autoestima y la razón de vivir
con algo que no soy yo;
da el poder sobre nosotros
mismos a otras personas, cosas o a las circunstancias, desplazando el centro de
uno mismo al afuera. Vivir sin
apegos nos hace libres y nos
da poder sobre nosotros mismos. Si soltamos el apego, a pesar del miedo,
descubriremos el gran gozo de ser
auténticamente nosotros
mismos y de amar verdaderamente.
Lo único permanente es el
cambio.
El miedo se afirma cuando no
disfrutamos la vida. Si gozás la vida, el miedo desaparecerá. Por tanto, sé
positivo y goza más, ríete más, baila,
canta. Mira las cosas
pequeñas cada vez con más alegría y entusiasmo. La vida está hecha de detalles
y si logras dotar de alegría todas
esas cosas, la suma total
será colosal. Hay muchas personas en el mundo que se pierden la vida por estar
a la espera de algún suceso
extraordinario, el cual no
podrá suceder de la nada. Requiere de tres pilares: humildad, dejar de
victimizarnos y tomar acciones.
Lo correcto es aceptar el
miedo para que no haya necesidad de reprimirlo. Hay que aceptarlo como algo
natural, que es como es.
Acepta la realidad del miedo
pero seguí adelante. No lo reprimas y no
permitas que se convierta en obstáculo. Continuá avanzando a pesar
de él, aunque sea temblando
de pies a cabeza, pero no te detengas. Sencillamente, sé natural, auténtico y
sincero. Toma nota de que el
miedo está allí, y sigue
adelante. A eso me refiero cuando digo que sigas avanzando a pesar del miedo.
No importa si temblás, no estás solo,
tenés tu amor.
El valiente avanza a pesar
del miedo, mientras que el cobarde se paraliza a causa del miedo "La diferencia entre un valiente y un
cobarde no
está en que el primero sea
intrépido y el segundo miedoso. No, esa no es la diferencia. Los dos sienten
miedo en la misma proporción. El
valiente avanza a pesar del
miedo, mientras que el cobarde se paraliza a causa del miedo. ¡Ambos temen! Ser valiente significa
sencillamente poder actuar a
pesar del miedo. Aunque la persona tiemble y trepide, no por ello se detiene,
sino que utiliza el miedo como
puente.
Aunque temblorosa y amedrentada, no se detiene en su marcha hacia lo
desconocido. En todos los seres humanos conviven las dos
posibilidades: la valentía y
el miedo. Todo depende de cuál de las dos escojas. Nunca elijan el miedo porque
mutila y paraliza; destruye sin
permitir la más mínima
posibilidad de crecer. Si bien es duro, vivir como vos querés ser también es toda una aventura.
El miedo más grande del
hombre está en conocerse a si mismo. El cúmulo de condenaciones que a lo largo
de tu vida has recibido de tus
padres, de la escuela, de
tus relaciones pasadas, de la sociedad, de tu religión, hace que a veces
quieras esconderte de vos mismo. Por eso
evitas estar solo y tratas
de llenarte de cosas externas, de innumerables pasatiempos y distracciones, o
estás en el otro extremo ocupado con
trabajos y carreras
alocadas, de gente dispar, viviendo en apuros, haciéndote dependiente de tus
seres y objetos queridos, viviendo dormido
y alejado de vos.
Esa
manera de vida te lleva a no estar a solas con vos mismo en silencio. Y mientras más te alejas de
tu propio centro, mientras más evadís tu propia escencia, más te creas tensión,
sufrimiento y miseria, cayendo en un círculo vicioso en el que crees que
necesitás de más estímulos externos, que a su vez te irán alejando más de tu
verdadero yo. Aceptate a vos mismo como
sos y esa es una de las cosas más
difíciles del mundo, porque va contra tu entrenamiento, tu educación, tu
cultura. Desde el inicio te fueron diciendo como tenias que ser, nadie nunca te
dijo que eras bueno como sos. No te obsesiones con vos mismo, pero un amor propio natural es
imprescindible, es una condición básica por la cual puedes entonces amar a
otros. Aceptate a vos mismo y amate. Ninguna otra persona ha sido jamás como
vos y nadie más será como vos. Sos simplemente
único, incomparable, indivisible e irrepetible, aceptalo, amalo, celebralo, y
en esa misma celebración comenzarás a entender quién y qué queres ser. El amor es solo posible cuando hay una
profunda aceptación de uno mismo, del otro, del mundo. Aceptar es el elemento
clave en el cual crece el amor, en el cual florece el amor.”
CONCLUSIONES
El miedo es una emoción con
la que todos los seres humanos hemos aprendido a vivir, pero no pertenece a
nuestra escencia. Nuestro
verdadero Ser no sabe lo que
es el miedo porque el Ser es Amor, y donde hay Amor no puede haber miedo.
Vivimos
con el miedo porque hemos olvidado quienes somos y por lo tanto no vivimos
conectados con la vida misma, que es el
ahora; nuestra mente vive en el pasado y en el futuro y se olvida del momento
presente. El miedo desaparece cuando
empezamos a vivir conscientemente cada instante .
El miedo, a la vez que nace
de la desconexión con nuestra escencia, es quien nos impide ser verdaderamente
quienes somos. El miedo nos
condiciona, nos limita, nos
engaña, nos restringe, nos confunde, nos empequeñece y nos distorsiona, y así
no podemos experimentar lo que
verdaderamente somos, ni
podemos desarrollar todas nuestras potencialidades; cuando el miedo nos inunda
no podemos ser inteligentes,
valientes, creativos, bondadosos,
solidarios ni, por supuesto, experimentar la paz y la felicidad.
Cuando me siento bien,
tranquilo, feliz, o sea cuando no hay miedo, escucho la voz de mi “diablito” miedo diciéndome que no me alegre
tanto, que ese estado no durará
mucho y que volveré con él. Siendo conciente de esto, voy a empezar a ver al
miedo como un estado o
emoción más y pasajero. A
partir de ahora no me voy a tomar el miedo tan en serio.
Me di
cuenta también que el miedo moldeó mi personalidad, me hizo
creer que soy de una manera y no de otra, pero ahora
veo que lo que soy está muy condicionado por el miedo. Viéndolo
de esa forma puedo replantearme muchas cosas. Por ejemplo,
creía que la creatividad no es una de mis cualidades,
pero ahora me doy cuenta que no soy creativo por miedo, por autoexigencia y por
com
pararme con los demás. No quiere
decir que a partir de hoy sea creativo, pero si puedo cuestionarme esa creencia
sobre mi mismo.
Si los miedos son aprendido
me sigo preguntando, ¿de qué experiencias arrastro tanto miedo, tanta
inseguridad, tanto sentimiento de no ser
capaz? No recuerdo ninguna
experiencia tan traumática que me haya dejado huellas tan profundas, mis padres
no me enseñaron a tener
miedo, más de lo que normal
e inconcientemente se hace, no me decían todo el tiempo que el mundo es
peligroso, que lo hacía mal o que no
era capaz. Tampoco tuve una
educación muy estricta en la que se me transmitiese miedo. Sigo sin encontrar
una respuesta a esta pregunta,
pero
ya no pienso que sea tan importante encontrarla. Lo importante es haberme dado
cuenta de lo mucho que me he identificado con el miedo y poder verlo desde otro
lugar para empezar a trabajarlo.
ALGUNAS
IDEAS FUERZA
-El miedo solo existe en
nuestros pensamientos.
-El miedo es la ausencia de
amor.
-El miedo no existe, solo es
una vibración.
-El miedo desaparece cuando
nos atrevemos a hacer lo que tememos.
-El miedo causa bloqueos y
desequilibrios energéticos y éstos, a su vez, nos mantienen en el miedo.
-El antídoto del miedo es el
amor: donde hay miedo no hay amor, y donde hay amor no hay miedo.
-El miedo nace por una
desconexión con nuestra verdadera escencia
-Sentimos miedo porque no
vivimos en el AHORA.
-El miedo crece y persiste
porque nos identificamos con los pensamientos y sentimientos que genera. Pero
nosotros no somos esos
pensamientos ni esos
sentimientos, no somos nuestro ego ni los personajes que él crea.
H.BELLOTTI
Bibliografía:
EL
MIEDO Malena Galland
CUANDO
TODO SE DERRUMBA Pelma Chödrön
VIVIR
ES UN ASUNTO URGENTE Dr. Mario Puig
No hay comentarios:
Publicar un comentario