LA HISTORIA DE LAS MANOS EN LA PARED DE LA CAVERNA
LAS MANOS
Cuando el hombre de la caverna decidió hundir las manos en barro y colocarlas en el muro de la caverna, dejando una imagen y se alejó unos pasos para contemplar lo hecho, nunca imaginó que acababa de disparar la primera manifestación artística de la historia de la humanidad que se extendería hasta hoy.
De alguna manera perpetuó su presencia en la tierra dejando una imagen; quizás primaria pero sin duda algo inédito. Nadie hasta ese momento lo había hecho.
Luego fue encontrando otros colores de la tierra; dibujó con carbón utilizando elementos como plumas y palitos para dar detalle a escenas de caza, y figuras que representaban su familia y fenómenos como la lluvia y las fases de la luna.
A partir de ahí, y hasta nuestros días, todas las personas que quisieron perpetuar algo
coloreando, dibujando o pintando sobre cualquier base, sea en una pared, un papel, una tela o madera, todos ellos copiaron y copiamos esa primera y única actitud gráfica. Piensen en la perpetuación de algo de esta manera.
La pintura y la escultura, e inclusive la escritura, permanecen en el tiempo. La música, en cambio es efímera. Uno puede repetir una partitura muchas veces, pero todas ellas son únicas e irrepetibles y mueren con el último acorde. Cada interpretación es una obra per se. Las imágenes en cambio, permanecen.
Entonces, volviendo a la pintura, todos los artistas conocidos como Miguel Ángel o Van Gogh, los fauvistas, minimalistas, cubistas, impresionistas, y también los desconocidos, todos utilizaron estas manifestaciones del color y de la forma para dejar un legado.
Conforme el ser humano evolucionó, las obras fueron apareciendo como una necesidad de
perpetuar imágenes, por una razón muy simple: porque la gente se moría y había que tener algo visual asociado a la historia escrita o relatada. La humanidad necesitaba que quedara la imagen de él o de ella o de su familia. Como “Las Meninas”. Lo mismo aplicaba a las escenas de guerra, proezas épicas, naufragios o grandes paisajes o cosechas e inclusive las pinturas religiosas de todo tipo.
Llega entonces a la historia del mundo el momento en el que apareció la fotografía. Ocurrió así, otro invento revolucionario y ya no era necesario perpetuar imágenes con la pintura y la
escultura porque la fotografía estaba ahí para quedarse y dejar esos legados y esos momentos con la absoluta perfección. No era ya tampoco necesaria la interpretación del artista de una realidad.
Y así fue como los artistas se liberaron y pudieron dedicarse a pintar su propia realidad de algo que bien podía tener formas y colores no del todo idénticos a lo que los demás mortales estaban viendo.
Los Impresionistas primero y los Cubistas más tarde podían comenzar a expresarse y manifestar su arte y su mirada del mundo con más libertad. Fueron apareciendo estos grupos de pintores que ahora podían pintar cielos de colores distintos y figuras humanas distintas. Como Botero con sus gigantismos humanos o Picasso y esa mirada tan particular que tenía el desfragmentar y refragmentar una imagen. Cada uno manifestaba placer o disgusto, eran disruptivos o no,manifestaban desacuerdos con políticas de dictadores, como por ejemplo, El Guernica, en donde grafica su visión de la barbarie de las tiranías.
Hoy, siglo 21, todas estas manifestaciones modernas no hacen más que remitir a esa primera intención del hombre de la caverna. Todos los artistas que vinieron después podemos decir que utilizaron la misma técnica,” re-crearon” algo que cambió el mundo para siempre a partir de las manos de un individuo creativo que buscó una solución a una pregunta, “¿Qué puedo hacer de distinto, para perpetuar mi imagen de la realidad para la posteridad?
Salvando las distancias y sin ser tan épicos, hoy en SHS les proponemos a nuestros clientes pintarvpara desfragmentar y refragmentar un nuevo orden. Desafiamos a partir de la pintura, re-crear sus procedimientos y los transformarlos en proyectos de Productividad exitosos.
http://soluciones-humanas- sustentables.com/index.php
Cuando el hombre de la caverna decidió hundir las manos en barro y colocarlas en el muro de la caverna, dejando una imagen y se alejó unos pasos para contemplar lo hecho, nunca imaginó que acababa de disparar la primera manifestación artística de la historia de la humanidad que se extendería hasta hoy.
De alguna manera perpetuó su presencia en la tierra dejando una imagen; quizás primaria pero sin duda algo inédito. Nadie hasta ese momento lo había hecho.
Luego fue encontrando otros colores de la tierra; dibujó con carbón utilizando elementos como plumas y palitos para dar detalle a escenas de caza, y figuras que representaban su familia y fenómenos como la lluvia y las fases de la luna.
A partir de ahí, y hasta nuestros días, todas las personas que quisieron perpetuar algo
coloreando, dibujando o pintando sobre cualquier base, sea en una pared, un papel, una tela o madera, todos ellos copiaron y copiamos esa primera y única actitud gráfica. Piensen en la perpetuación de algo de esta manera.
La pintura y la escultura, e inclusive la escritura, permanecen en el tiempo. La música, en cambio es efímera. Uno puede repetir una partitura muchas veces, pero todas ellas son únicas e irrepetibles y mueren con el último acorde. Cada interpretación es una obra per se. Las imágenes en cambio, permanecen.
Entonces, volviendo a la pintura, todos los artistas conocidos como Miguel Ángel o Van Gogh, los fauvistas, minimalistas, cubistas, impresionistas, y también los desconocidos, todos utilizaron estas manifestaciones del color y de la forma para dejar un legado.
Conforme el ser humano evolucionó, las obras fueron apareciendo como una necesidad de
perpetuar imágenes, por una razón muy simple: porque la gente se moría y había que tener algo visual asociado a la historia escrita o relatada. La humanidad necesitaba que quedara la imagen de él o de ella o de su familia. Como “Las Meninas”. Lo mismo aplicaba a las escenas de guerra, proezas épicas, naufragios o grandes paisajes o cosechas e inclusive las pinturas religiosas de todo tipo.
Llega entonces a la historia del mundo el momento en el que apareció la fotografía. Ocurrió así, otro invento revolucionario y ya no era necesario perpetuar imágenes con la pintura y la
escultura porque la fotografía estaba ahí para quedarse y dejar esos legados y esos momentos con la absoluta perfección. No era ya tampoco necesaria la interpretación del artista de una realidad.
Y así fue como los artistas se liberaron y pudieron dedicarse a pintar su propia realidad de algo que bien podía tener formas y colores no del todo idénticos a lo que los demás mortales estaban viendo.
Los Impresionistas primero y los Cubistas más tarde podían comenzar a expresarse y manifestar su arte y su mirada del mundo con más libertad. Fueron apareciendo estos grupos de pintores que ahora podían pintar cielos de colores distintos y figuras humanas distintas. Como Botero con sus gigantismos humanos o Picasso y esa mirada tan particular que tenía el desfragmentar y refragmentar una imagen. Cada uno manifestaba placer o disgusto, eran disruptivos o no,manifestaban desacuerdos con políticas de dictadores, como por ejemplo, El Guernica, en donde grafica su visión de la barbarie de las tiranías.
Hoy, siglo 21, todas estas manifestaciones modernas no hacen más que remitir a esa primera intención del hombre de la caverna. Todos los artistas que vinieron después podemos decir que utilizaron la misma técnica,” re-crearon” algo que cambió el mundo para siempre a partir de las manos de un individuo creativo que buscó una solución a una pregunta, “¿Qué puedo hacer de distinto, para perpetuar mi imagen de la realidad para la posteridad?
Salvando las distancias y sin ser tan épicos, hoy en SHS les proponemos a nuestros clientes pintarvpara desfragmentar y refragmentar un nuevo orden. Desafiamos a partir de la pintura, re-crear sus procedimientos y los transformarlos en proyectos de Productividad exitosos.
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