jueves, 2 de febrero de 2017

CÓMO SOBRELLEVAR LA INCERTIDUMBRE






CÓMO SOBRELLEVAR LA INCERTIDUMBRE
Le tememos  a eso desconocido porque no lo podemos ver.

In= sin   /  Certidumbre = certeza, lo cierto
Incertidumbre = ausencia de certeza, duda

En la vida no hay casi nada seguro; todo resulta tan imprevisible que con frecuencia me pregunto
si habrá algo que sea absolutamente cierto.
¿Tiene sentido que la mayoría de las personas deseen seguridad y felicidad tanto para ellas como para su familia? Por lo general trabajamos mucho, porque creemos que el dinero y las posesiones son el medio para conseguirlas. ¿Y esas cosas, una vez logradas pueden desaparecer?

La  falta de seguridad sobre un asunto importante constituye una de las principales causas de ansiedad, preocupación, angustia, frustración y enojo , de modo que inquietarme gratuitamente por lo que pudiera eventualmente suceder tal vez perjudique muchas cosas como mi salud y mis relaciones. Y no solucione nada.  El 90% de nuestras pre-ocupaciones terminan no ocurriendo.

Está bien sentir miedo o temor , el coraje no es la ausencia de miedo, es la capacidad de trascenderlo transitándolo. Esperar no tener miedo es esperar lo imposible.

Es cierto, a veces vivimos la incertidumbre como una amenaza que vive solamente en mi cabeza y mis palabras (el resto del mundo ni se entera) es una inferencia, un juicio que no se puede medir.
 Del lado opuesto están los hechos, todo lo que hice en mi vida,  los recursos con los que cuento y me sirven para enfrentar la batalla que quiero ganar. Y eso sí es medible. Hechos que me demuestran que sí pude  y puedo repetirlo. Son recursos, forman parte de mi caja de herramientas, mi  “toolkit”, el que me acompaña y crecer conforme aprendo.

La incertidumbre está asociada  a la falta de claridad de algunos acontecimientos a los que nos enfrentamos, y se  genera por no tener una respuesta clara: un hecho. Estamos hablando de algo simple:  no-saber. Re-conocer y admitir que no sé es indispensable para dar el siguiente paso.  Porque cuando hablo repito lo que ya sé y no me doy el espacio para preguntar, escuchar y aprender.

Hay incertidumbre  cuando creemos (como la única verdad posible) que  algo debe ser de un modo específico. Por ponerlo de otra manera: la angustia es producto de perseguir una visión única posible.

La incertidumbre  nace y crece  sólo en la medida que creo que en mis manos está mi porvenir. La angustia que se genera  es proporcional a mi suposición de ser el hacedor directo de mi futuro.
Pero eso sólo es posible en mi  cabeza cuando no he entendido que si bien puedo hacer todo lo posible y bien desde la primera vez, siempre hubo, hay y habrá imponderables que escapan a nuestro control.
No se trata de centrarme en mí para conocerme porque no hay un conocimiento posible de mí si estoy cerrado al mundo; hay otras opciones y puedo (si quiero y decido hacerlo) adaptarme al contexto que se presenta y que hoy – como no lo conozco – es incierto. ¿Existe la posibilidad de que dentro de esa cáscara que visualizamos como dura de acero blindado, haya algo suave y blando? .¿Hace falta dramatizar todo?

Casarme, tener hijos, estudiar, viajar, vivir, enfrentar, discutir, ignorar o cualquier otra conducta, sólo será posible si  está a mi alcance. Puedo quedarme inmóvil y no optar, pero ésa también es una decisión y  un modo de adaptarme;   pasiva e inactiva  pero me adapté y decidí. La vida es una suma de decisiones, decidir es accionar desvictimizándome y responsabilizándome. Esa es la manera de trascender los miedos, con acciones.  Tus acciones crean tu realidad. Creerlo para crearlo desde la voluntad.

Las circunstancias existen y somos nosotros los que decidimos cómo y quiénes queremos ser enese contexto. Liberarnos o someternos depende de nosotros.

Nada es el fin del mundo, cada uno decide cómo prefiere transitar el tiempo de incertidumbre, y
en paz, habiendo hecho todo lo posible también es  una opción.




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