EL TALENTO, LA
INFORMACION Y EL CONOCIMIENTO
El talento es
un conjunto de aptitudes o destrezas sobresalientes que los individuos tenemos para realizar una tarea determinada en forma
exitosa.
Si decimos que alguien es intrínsecamente creativo significa
que el individuo lo puede dejar de ejercer por mucho tiempo y volver a
usarlo con la misma destreza que cuando dejó de usarlo.
La creatividad
sigue un patrón muy parecido y es importante identificar en los grupos de
trabajo tanto aquellos que son creativos por naturaleza como aquellos que
tienen el tesón y la perseverancia para lograr los objetivos de forma creativa.
Si al
talento y a la
inteligencia, es decir la capacidad de
entender, le sumamos información y somos
capaces de fijar esto en nuestro cerebro,
estaremos presenciando la manera
más natural en que los individuos incorporamos el conocimiento.
Para graficarlo, un ejemplo: Cuando leemos
un libro ya sea una novela o de
estudio y llegamos al pie de la
página, procedemos a dar vuelta la hoja.
Es precisamente en ese instante, en esa fracción de segundo y con esa acción física de voltear la hoja,
en que el cerebro fija el conocimiento de lo leído y comprendido y la curiosidad nos pide seguir leyendo. A
veces, la mirada se aleja y se fija en algún objeto y el proceso de fijación
requiere algunos segundos, no los detenga ni los fuerce, permita que en su
cerebro “caiga la ficha” en el momento justo.
Las buenas ideas son siempre temporales porque el
mundo cambia y las ideas con él. No es necesario perpetuarlas, tenga confianza
en que surgirán muchas otras en la medida que Ud. tenga la capacidad de soltar
las que “tiene” hoy.
Va a llegar un momento luego de dominar su propia técnica, en que su
ser creativo tome las riendas de su vida y sus espacios creativos se habiliten
con absoluta serenidad y facilidad, y fluirán sus talentos. Mientras tanto,
ayuda mucho tener un espacio
determinado, propio (como un taller de pintura interno) al que Ud. llegará, lo
recorrerá con la vista y se sentirá “en casa” feliz, tranquilo, y seguro.
Esto estabiliza el “yo” y lo predispone con alegría, sabiendo que algo está por ocurrir y que las
vibraciones creativas – que siempre siguen encendidas mientras vivamos- están
encontrando un lugar de tiempo real para manifestarse, a veces de forma serena
y a veces como un torbellino que explota con pasión y fuerza, pero siempre con
la alegría infinita de un
agradecimiento.
El don de la creatividad
debe confirmarse con un trabajo sostenido que nos honre. Algunos lo llaman
inspiración. Lejos de rótulos y
definiciones, imaginemos que son infinitos momentos de tiempo –tantos como
seamos capaces de crear- durante los cuales jugamos y nos liberamos.
Habilitar espacios creativos no trata de entrar en una habitación y esperar
que “algo se nos ocurra” y espontáneamente surjan mágicamente los momentos reales.
Los momentos de tiempo real no nacen
solos, son sanos hábitos que las personas habilitamos y vamos estimulando.
Esto –en definitiva es- la materia prima que luego,
utilizando las técnicas de la experiencia iremos puliendo hasta que tomen las
formas, los colores y las luces que queremos.
Pensemos en cómo
la matemática moderna graficaría la unión de lo técnico con lo
creativo y cual sería el resultado:
Son dos conjuntos.
Por una parte el conjunto número uno es
de color azul, representa los
hábitos, estilos y técnicas propias con las cuales Ud. trabaja,
se siente cómodo, y le brindan los
resultados concretos que Ud. ofrece. El
segundo conjunto es de color amarillo,
representa su niño que juega, libre
pensador y creador. Bien, ahora si
superponemos una parte de ambos conjuntos, tenemos una superficie verde que es el producto de la combinación de
ambos conjuntos, que suma y potencia
la creatividad con las capacidades.
En una organización
los dos conjuntos bien pueden ser
recursos que se combinan, recursos humanos, técnicos, equipos de maquinaria,
presupuestos y proyectos de marketing que
ofrecen infinitos nuevos escenarios. Escenarios que combinados en un
proceso creativo rompen los paradigmas a niveles insospechados, a veces creando
nuevos procesos internos o mejorando los existentes y
también disparan proyectos de productividad.
Las uniones de
conjuntos pueden tener tres o más intervenciones de otras áreas y de otros colores, por lo tanto
no hablamos de un proceso finito sino de un círculo virtuoso, permanente y muy
colorido.
La creatividad
aplicada a marketing y comercial también
dispara nuevos productos finales
que se ubican en el mercado, a veces
marcan tendencia y forman tanto categorías de productos líderes como nichos de
alta rentabilidad. No se trata de proyectos faraónicos ni de embarcar a la
organización en grandes inversiones. Casi siempre la respuesta está al alcance
de la mano, frente a nosotros pero no lo estamos viendo porque seguimos usando
los métodos convencionales.
Métodos convencionales arrojan resultados convencionales. A veces las
organizaciones ( y las personas) no
estamos listos para encontrar esa solución distinta y disruptiva.
Por ejemplo, si
como pintor decido no salir de un color, estoy limitando la libre
expresión y la creatividad. Voy incorporando a la obra azules verdosos,
claros y oscuros. Llega un momento en que la tela pide romper el
paradigma del azul para ofrecer su
mensaje. Decido forzarlo y dejar que el color siga siendo el azul, aunque
incorporo perspectivas, formas diversas y más luces todas en los mismos tonos
de azul con los cuales arranqué la obra. Los seres humanos ya tenemos
demasiadas reglas estructurales en forma
de mandatos y lograr ser creativos en un marco tan cerrado es claramente un
desafío. La creatividad, en su estado más puro, es libre, rica y abundante,
pero la belleza y los buenos resultados
no siempre están en lo más complejo, colorido o elaborado, están en lo
simple.
En las organizaciones
hay limitaciones y no por eso el
proceso creativo debe detenerse.
El
mundo cambia, se re-inventa a velocidades frenéticas y aquellas
organizaciones que no entiendan el nuevo escenario y las nuevas reglas,
padecerán y perderán los espacios ganados a merced de las más creativas.
Hace 25 años
aproximadamente ingresé a trabajar en
una empresa. En el área a la que ingresé había una sola PC para cumplir con las
necesidades de 18 personas. Estaba en el
medio del salón, apagada y tapada con un lienzo, como si fuera una divinidad.
Cuando alguien la
necesitaba, informaba que la usaría, quitaba el lienzo, la encendía, colocaba
su floppy-disk para trabajar y cuando
había terminado la apagaba y volvía a colocar el lienzo una vez que estuviera
fría. Al año siguiente ya todos teníamos
PC individuales, a los tres años ya éramos solamente 9 personas trabajando en
el sector, y 5 años más tarde nuestra empresa compró otra
generando otra realidad.
Todos escenarios
inimaginables para una estructura rígida. Sin embargo, fue la rotura de
muchos paradigmas a partir de las
preguntas lógicas: el por qué y el para que de las cosas tal cual eran.
Aprendimos a
percibir que hay otras formas de hacer las cosas de forma tanto o más
productiva. Imagine su trabajo a cinco o diez años vista ¿Será desde su casa
con videoconferencia y no habrá más oficinas? ¿Ganará tiempo para su vida y la
creatividad? ¿Sabrá Ud. aprovecharlo?
Hay tantas
percepciones como personas. Un cantante puede tanto gritar como susurrar, un
pintor puede acariciar su tela o golpearla con colores. ¿El resultado del
grito, del susurro, del golpe o la caricia son iguales para todos?.
Las percepciones son alarmas
naturales que casi siempre desoímos porque nos empujan fuera de nuestras áreas de confort.
Muchas veces es
cuestión de que distintas formas de hacer las cosas vibren todas al unísono.
Por ejemplo, los
científicos tomaron una célula del
corazón, la aislaron de las demás y esta
comenzó a latir a su propio ritmo. Luego tomaron una segunda célula y la colocaron separada de la anterior,
también latió a su propio ritmo y
distinto de la anterior. Por fin las juntaron y
ambas se fueron acomodando para llegar a latir - en muy pocos segundos- a un solo ritmo. Si
sumamos más células todas imitarán el mismo ritmo y habremos formado un corazón con infinitas
células que laten todas al mismo ritmo bombeando la sangre que nos mantiene
vivos.
Las organizaciones no son muy
distintas.
Caer está
permitido. Ponerse de pie es obligatorio! Proverbio ruso
Horacio Bellotti