miércoles, 12 de julio de 2017

EL PODER DE LA VERDAD

EL PODER DE LA VERDAD

El candidato estaba prolijo, fue muy amable y educado. Antes de comenzar la entrevista  pidió permiso para decir algo a la persona de HR que tenía delante y agregó: “Hay dos condiciones que me interesa aclarar antes de avanzar, por favor, y necesitarían que estén en mi contrato: Horario flexible y cochera.

No me pareció apropiado decirlo en el teléfono, preferí acercarme y aclararlo desde un comienzo,porque sin esos beneficios no me va a interesar hablar de responsabilidades ni salario. Con todorespeto prefiero no hacerte perder tiempo”.  

La persona de HR escuchó con atención, no personalizólo que acababa de escuchar y respondió: “la cochera está, el horario flexible formará parte de las condiciones de mi cliente para todos los que trabajan, en los próximos meses  – es un hecho – y puedo
intentar adelantarlo. Y sí, ambas cosas, como las otras condiciones pueden estar escritas en tu contrato.”

El final de la historia real es que el proceso fue exitoso y el candidato ingresó en una posición regional en Finanzas.

Conversando con la entrevistadora comentó que en un principio le sorprendió y le provocó rechazo, pero que decidió despersonalizar el tema ya que no le estaba diciendo que “no” a ella, sino planteando educadamente un par de condiciones.  Asimismo agradecía que en un contexto de muchas entrevistas,haya tenido la gentileza de evitarles pérdidas de tiempo.

Mostró, en mi opinión, una fuerte y realista mirada de sus propias capacidades de manejar situacionespoco habituales y la capacidad de establecer y trabajar prioridades  aun en medio de la incertidumbre.
¿Se trata de aceptar la verdad y dejar de perder el tiempo?


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